Un minuto de Gloria
Oriente tuvo su momento y estuvo a punto de hacer historia en campo chileno, aunque, por cierto, el empate con la Universidad de Chile, como aquella vez con el otro grande mapochino, Colo Colo, en los viejos tiempos (Copa Libertadores 1988), no viene nada mal.
Fue un instante ideal, soñado, el que atravesó Oriente en el segundo tiempo. A poco da haberse reiniciado el complemento, cambió un partido feo, aburrido, por otro de intensas emociones. Todo en cuestión de un minuto, con dos sorpresivos goles.
Rea primero, con esa cuota de fortuna siempre necesaria en los momentos difíciles, y Saucedo después, con esa indiscutible categoría que lo distingue a la hora de definir, adelantaron a Oriente en el marcador y le pusieron cuesta arriba el partido a la U de Chile.
El de Saucedo fue un golazo: robó la pelota en la salida chilena, eludió a un rival y se la colgó al arquero. Esa joya y un par de acciones en las que puso en evidencia su calidad técnica, le valieron para ser considerado la figura del partido.
El de Saucedo fue un golazo: robó la pelota en la salida chilena, eludió a un rival y se la colgó al arquero. Esa joya y un par de acciones en las que puso en evidencia su calidad técnica, le valieron para ser considerado la figura del partido.
Rea fue un cambio forzado que le hizo bien a Oriente. Ingresó por la lesión de Campos y le dio el equilibrio y la fuerza necesaria al mediocampo albiverde. Además, llegó al gol: aprovechó un rebote en el semicírculo del área y su remate se devió en un rival, descolocando al arquero chileno.
Era el premio a la decisión de no arriar banderas ofensivas, de esperar el momento oportuno para sacar provecho a la chance que siempre existe en un encuentro, por más que no sea del todo a favor. Si bien la "U" no jugaba bien tampoco bajaba la guardia y Oriente trataba de controlarlo presionando para no dejarse arrollar.
Después Saucedo tuvo otra chance clara para liquidar el pleito, pero demoró en la definición. Fue el resquicio que aprovechó la Universidad de Chile para empatar el partido y, posteriormente, arañar el triunfo que finalmente no llegó.
Oriente tuvo su minuto de gloria, sin embargo no pudo hacerlo prevalecer del todo. De todas maneras, vale mucho el empate porque en la revancha tiene varias opciones de resultados para clasificar, lo único que no le está permitido es perder, si quiere seguir en la Copa Sudamericana.
Fuente: Once a Once
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